Cae el gasto en el consumo de carne

En los últimos tres años, la cantidad de dinero destinada a comprar cortes vacunos cayó 20{e8f3bb45a70063238e17cff97263ba2027280d03102e4f69de9eefdf0f1e389a}. En 2012, cada argentino disponía de 4.570 pesos; ahora esa cifra llega a 3.600 pesos.
suplementacion

Mercado tranquilo, que apenas supera los valores pagados en septiembre pasado.

Los feedlots se van llenando rápidamente, a favor de una zafra que se ha adelantado a partir de la seca de marzo y abril. Eso asustó a muchos criadores y los forzó a vender en forma acelerada el destete. Los tactos, como se esperaba, son entre buenos y muy buenos, porque la mayor parte de la vaca que parió tarde (noviembre-diciembre) ha tenido un servicio exitoso; la seca en la zona pampeana llegó este año cuando el servicio estaba ya jugado.

Se espera, entonces, que la zafra 2016 sea más alta que la actual, la cual a mediados de mayo ya se ha concretado en un 60 a 65 por ciento, entre 10 y 15 puntos por encima de lo que se esperaba para esta fecha a principios de año. Como todos los años, más del 80 por ciento de la oferta de terneros la absorbe el feedlot .

En el segundo semestre del año pasado, la faena de ganado vacuno mostró una tendencia claramente declinante, al punto que la matanza anual cerró con una caída de más de 450 mil cabezas (3,6 por ciento). Por entonces, se comenzó a hablar de un tímido proceso de retención, pero la caída en la oferta obedecía toda a la merma de machos, categoría que es objeto de retención sólo en el corto plazo.

En el primer cuatrimestre del año en curso, la faena crece 1,5 por ciento, con un aumento de 63 mil machos y una caída de 20 mil hembras, lo que ratificaría la idea que durante la última primavera y principios del verano se produjo una retención de terneros y novillitos, para ser recriados, a favor del excepcional estado de los campos.

Síntomas de escasez

Fuera de estos matices y pequeños cambios en el perfil de la faena, sigue registrándose un relativo equilibrio entre nacimientos, faena y mortandad natural, lo que mantendría al stock estabilizado. O con un leve crecimiento hasta llegar a los 51 millones de cabezas. De las 10 millones de cabezas perdidas en el período 2007-2010, se han recuperado sólo 3,8 millones.

Hoy la producción de carne de equilibrio del stock está en el orden de los 2,75 millones de toneladas anuales, la cual, aún reduciendo las exportaciones al mínimo histórico (200 mil toneladas) no alcanzan para que se consuma más que 60-62 kilos. Es esta escasez relativa de carne la que le pone un piso a la caída de los precios reales del ganado. Si no se hubiera producido la brutal depredación del 2007-2010, hoy los precios reales del novillo serían mucho peores.

La escasez está disimulada, además, por el hecho que en el consumo interno está comenzando a pesar la caída en el número de personas empleadas, y la baja en los salarios reales. Mucha menor oferta de carne, exportaciones al mínimo, demanda interna declinante, precios mediocres.

El gasto en carne vacuna, que en la mayoría de los países del mundo se toma como el indicador más apropiado para expresar el nivel de la demanda, era en 2003 de unos 2.600 pesos por habitante y por año (a moneda de hoy). A partir de ese momento, y con la recuperación del empleo y de los aumentos en los salarios reales, el gasto (consumo per capita por precio al mostrador) subió ininterrumpidamente, hasta tocar la serie un máximo contemporáneo de 4.570 pesos en 2012. Un año en que en la demanda se combinaron una ingesta relativamente alta (63 kilos por persona) con precios para la carne al mostrador muy altos, un reflejo de la fase de recomposición que vivía el rodeo nacional. Pero desde hace tres años, el gasto per capita en carne vacuna a moneda constante no ha dejado de caer. Bajó a 4.179 en 2013, a 3.775 el año pasado y en la actualidad llega a 3.600 pesos, con una baja de 20 por ciento acumulada en tres años.

Fuente:  Ignacio Iriarte