Se viene un 2017 con más hacienda y mayor producción

Ha comenzado a aparecer más novillo gordo y las ganancias de peso en los feedlots vuelven a ser muy buenas, con un visible efecto compensatorio. La oferta de hacienda se recupera, la demanda se presenta muy débil y los precios ceden.
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La exportación reduce su demanda y sus faenas, ante el retiro temporal de Israel y los números en rojo, y ante el crítico faltante de novillos. Hay mucha hacienda acumulada en feedlots y campos. Todo indica que por ahora de manera moderada la oferta tenderá a aumentar, en un mercado donde los altos precios de los meses recientes se explican sólo por la extrema escasez.

La reducción en el volumen de hacienda comercializado a causa de las lluvias, o de un paro, como sucedió a fines de septiembre, puede generar una escasez coyuntural. Pero luego todo ese ganado gordo aparece para su venta y el mercado cede.

Esto sucede porque el destete fue siete por ciento más alto que el año anterior, porque hay mucho novillito demorado en la recría y porque había a mediados de año una cantidad de hacienda encerrada récord para los últimos siete años. Es de esperar que en algún momento del segundo semestre, con atraso, comience a aparecer una mayor oferta.

Este comportamiento ha comenzado a suceder; encuentra a la demanda por carne vacuna debilitada y presionada por una oferta récord de carnes sustitutas, tanto de pollo (43 kilos por persona), como cerdo (16 kilos por habitante). La caída de precios no es todavía importante, pero no se logran los valores de agosto y septiembre.

Lo que viene
En función del mayor número de vientres entorados durante la primavera pasada (2015) es muy probable que la parición en curso permita un destete mayor en 2017. Superior a los 14,1 millones de cabezas de 2016, ubicándose en el rango de entre 14,1 millones a 14,4 millones. En el mismo nivel que en el período 2006-2008, cuando el destete se ubicó entre 14,2 millones y 14,3 millones de terneros.

Si la capacidad de faena, o la tasa de extracción de equilibrio es directamente proporcional al número de terneros destetados, puede decirse que para el año que viene el stock nacional habrá recuperado el potencial productivo que tenía hace una década. Pero con cerca de cinco millones de consumidores más.

Con una entrada al rodeo de 14,3 millones, y una mortandad de ganado adulto del orden de las 800 mil cabezas, al stock que tendremos al 30 de marzo próximo –53,6 millones de cabezas– se le podría extraer o faenar sin afectarlo unas 13,5 millones de cabezas.

Con un peso medio de 225 kilos por res, la producción de carne de equilibrio sería entonces de 3,038 millones de toneladas.

Si la retención en marcha 
se detuviera, y toda esa producción de carne se volcara al mercado, la disponibilidad de carne vacuna por habitante pasaría de los 62 kilos por habitante de la actualidad a los 70,6 kilos. Lo que provocaría seguramente algún retroceso en los precios del ganado.

En resumen: la oferta de carne actual es baja porque estamos en retención, lo que determina precios superiores al promedio histórico. Como el stock ganadero está creciendo, aún dentro de una fase de retención, la producción de carne tendería también a crecer.